Lo que más impactó a los Miller fue lo foráneo de la imagen.

Las primeras señales llegaron poco después del fallecimiento de Arlo, en la forma de un sarape mexicano descansando sobre una silla, justo afuera de la Catedral de Notre Dame en París. Sabían que su hijo los estaba llamando, pero el mensaje no era claro para ellos.

Un par de años más tarde, Tru y su esposo Don regresaron a Europa para buscar un lugar donde reposar las cenizas de Arlo. Recordando la extraña coincidencia del sarape, regresaron a París para descubrir no sólo que seguía allí, sino que ahora formaba parte de un altar lateral dedicado a la Virgen de Guadalupe.

Fue entonces cuando la llamada de Arlo finalmente fue escuchada, y tanto Tru como Don imaginaron claramente cómo pasarían el resto de sus días en México. Un sentimiento de paz y destino se apoderó de los Millers; era evidente que el espíritu de su hijo preferiría descansar, al lado de ellos, en suelo cálido.

Ven y experimenta esa sensación de hogar en Adobe Guadalupe: ese aura inefable de serenidad y paz espiritual que proviene de un sueño finalmente cumplido.